"El Sentimiento no más profundo..."

"Al momento de expresar algún sentimiento, nuestra alma se encoje, al momento de expresarnos escribiendo, somos aves libres..."


Cada una de mis obras, se encuentran protegidas legalmente bajo su inscripción en el registro de Propiedad Intelectual de la DIBAM, consignados bajo la ley N° 17.336 del Estado de Chile.


viernes, 26 de abril de 2013

Ante la fría noche


Un anochecer algo esparcido, 
la nebulosa no me permite distinguir,
lo único que logro ver es a ti,
a través de la Luna.

Mil y un sueño de amor, 
mientras el brillo de tu alma, 
comienza a surgir ante la fría noche,
y tu sonrisa plasmada se transmite hacia a mi.

Me haces sentir ese dulce sabor,
ante la exquisitez de tan preciado honor,
de que estés en mi mente día a día,
y que llenándola de felicidad,
logras introducir tu corazón en el mio.

Llegaste a complementar mi vida,
ampliando la caballería,
y te has adentrado a una era de utopías, 
y profesías, serán nuestro futuro,
y días próximos de vida.


Ante la fría noche,
sigue la nebulosa, y tú,
en mi mente, sigues tan preciosa,
con ese brillo especial,
con esa dulzura,
con ese carisma,
como tú, una sola.

La sensación de cansancio me invade,
pues más aliviado no podría estar,
hoy a mi lado estarás,
una vez más,
y ante el brillo de aquella brillante Luna,
Nuestro amor, se unificará. 

martes, 23 de abril de 2013

Aquel amor


Acabo de observar una largas líneas en el cielo...
Me pregunté si podría ser un camino, 
en el cual podría llegar hacia ti, 
aun que tarde horas, días, 
semanas o quizá meses,
no es aquello lo que me aflige,
si no, el dejar de soñar,
el dejar de pensarte, sentirte, 
el dejar de luchar por el anhelo de volver a verte 
el dejar quizá, las ganas de poder tenerte,
y lo que me mantiene calmo, 
es aquel amor, 
aquel amor que no cesó, 
y en aquel camino estrellado, 
logró encontrarse una noche más, 
para cobijarse en un grato ambiente, 
de amor, y felicidad.

Gino André Saavedra Rojo.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Laberinto de deseos


Llegará el día, 
en que el rocío de una rosa, 
se encargue de llenar el oscuro acantilado,
que yace en tu corazón. 
Y se encargará de reconstruir aquellas murallas, 
que algún día cayeron, 
dejando rastros que apuntaban firmemente a un único sospechoso. 

Entre pensamientos descordinados, 
que se iban directamente a una puerta,
y experimentaban un laberinto de deseos, 
ansiados deseos que poco a poco, 
se iba perdiendo el camino para llegar a ese único y afamado fin.

Tras horas de reflexión, 
decidió descubrir sus ojos, 
y mirar el cielo estrellado, 
fue en ese instante, 
que su recuerdo dormido despertó,
y una lágrima cayó. 

Recordó lo estresante de estar andando, 
por laberintos de deseos,  
y no poder ver donde pisaba, 
¡Es más!, había tropesado varias veces,
con el mismo desnivel de suelo, 
con el cual más de una vez, 
le hizo sentir un malestar enorme, 
"Ya comenzaba a sentir el dolor que transmitía su dedo herido".

Tras darse por vencido en aquel laberinto, 
fue cuando decidió quitarse la venda. 
Pues se dio cuenta que esta vez, 
podía ver los obstáculos, 
aquellos obstáculos con los cuales siempre se detenía, 
pero esta vez, fue algo más especial, 
pudo observarlos firmemente, 
y también crear una estrategia para no volver a detenerse.

Ante a aquel suceso, 
Y después de que haya caído aquella lágrima, 
surgió una lejana sonrisa, 
una sonrisa de satisfacción, 
pero a la vez con desesperación. 
El cielo se despejaba cada vez más, 
así pudiendo observar las maravillosas constelaciones, 
e idolatrar aquella magnífica y hermosa Luna, 
que justamente ese día, 
se le lograba observar preciosa y radiante. 

De pronto, un impulso instantáneo,
hizo que el Sr. Caprileo, lanzara rápidamente la venda, 
y saliera corriendo como si estuviera siendo perseguido, 
no pensaba nada más que en correr, correr y correr, 
cuando de la nada se detiene de golpe, 
y su rostro se torna algo desconcertado,
lleno de sentimientos expresados en un gesto sonriente, 
pero con más de una lágrima, caída continuamente, 
con la respiración fuera de lo normal, 
y un temperamento alto. 

El Sr. Caprileo, 
sintió como su cuerpo comenzaba a desplomarse,
y su vista se nublaba lentamente, 
su respiración comenzaba a descordinarse. 
Lanzado en el suelo, 
sin nadie cerca que le pudiese ofrecer una mano, 
intenta de normalizar su respiración, 
y de cerrar los ojos un momento,
estuvo por 3 minutos recuperando su movilidad, 
cuando al fin, pudo abrir su ojos. 

Lo extraño para Caprileo, fue haber escuchado esa voz, 
aquella voz tan lejana, que entre sollozos,
hacía presente su alegría;
Y como olvidar aquella voz tan grave, 
como si se tratase de una persona algo aliviada, 
diciendo, "Todo estará bien, al menos, ya despertó del coma". 


Gino André Saavedra Rojo.

martes, 1 de enero de 2013

Se dice lo que a veces pienso


Ni imaginas, las ganas que tengo, de verte,a través de un espejo, tan claro, tan bello,y decirte, lo mucho que anhelo,el poder tenerte, besarte seguido del recelo.

Tan sólo el reflejo, del odio en el universo,mientras caen corazones al suelo,lastimándose y quedando perplejos,al ver su color verdadero.

Y si vez que en penumbra lloro, y te digo, te amo...Es para que sepas, que dentro estás y que es verdad,lo que dicen tus entrañas, al mirar el anochecer,y su luna, verás que en ella se esconde,el extraño pero precioso secreto de mi amar.

Comentaban los sabios, para el interés de otros,y aquellas palabras,eran de lo loco,cabalgando sobre tonos, más tristes que en el otoño, se cogía el ramo de flores mientras el futuro, hablaba de lo duro,entre golpes y desilusiones.

Hasta donde puedo llegar, comienzo a extrañarte es silencio, y mi mente,como en suspenso, se dice lo que a veces pienso.

Llegas a tropezar, como en cada mañana, al levantarte de tu cama, entre arrastre llegas a tu espejo.

Mientras que yo, solo intento de hablarte, querer ya querer eso besos de río, en lo que descubro cuanto, tú me entregas, y pegas un grito, ya sientes mi pena.

Esas miradas, que un día partieron, quizá entre el desorden se muestran sinceras y esperan el clima,el cual les dirá si podrán ser felices, pero se dan cuenta, que ya es algo tarde,pues aquel cariño, ya es de aquel otro amante.


Gino André Saavedra Rojo

viernes, 2 de diciembre de 2011

Es momento de ser feliz...

Tal como vuela el mirlo, volarás por la vida...
Única y especial, tan bella y tan audaz...
Eres una persona que no se detiene, y aunque todo vaya mal, eres capaz de seguir...
Tu ternura es como un atardecer, volarás sobre mares buscando lo que te pertenece, o mejor dicho, lo que te mereces...
Seguirás tu rumbo, y observarás que todo es bello cuando bello miras...
Sentirás que todo es como el aire puro, te llenarás de agallas para no detenerte, ni a ti misma, ni a tus ideales...
Es momento de ser feliz... Sentirás como cada y una de las cosas que realizaste, valieron la pena...


~Feliz Cumple Años Priscila Argañaraz Paves.

[Gino André Saavedra Rojo.]

lunes, 31 de octubre de 2011

Nada será igual...

Nunca olvidaré aquellos momentos en que sonreí, cuando estaba mal... Esos momentos en que me acompañaste, aquellos en cual, nadie más lo hacía... Fuiste tan especial en mi vida... Me llenaste de felicidad... Gracias a ti, conseguí verdaderas sonrisas... No sonrisas fingidas... Como esas que hago a diario... Contigo era todo tan hermoso... Llegaste a mi vida, como un regalo...
Eras como mi sol... Ya que siempre me decían “Después de la tormenta, siempre sale el sol...”
Habías mejorado mis días... Y te doy gracias... Por esos momentos en que me ayudaste a no estar solo...
Exactamente, no podría saber tu hora de partida... Pero sé... Que tu hora de partida en mi mente, no se llevará a cabo... Pues me costará demasiado olvidarte... No seré capaz de hacerlo...
Soy un ser humano... Soy débil... Debería de ser fuerte, para que no te sientas mal... Pero de verdad, no puedo serlo... Y el fingirlo me destrozaría...
Como es posible que no fui capaz de oír su llamado... Su momento de desesperación entre agonía...
Hoy... Descansas... Te añoraré... Te lloraré... Cambiaste mi vida... Y lo volviste a hacer, pero por mi culpa...
Nada será igual... Nada...

Gino André Saavedra Rojo.

sábado, 22 de octubre de 2011

Aún recuerdo...

Aún recuerdo aquel día, en que permanecía varado en aquella parada de buses... Esperando...
Aún recuerdo aquel día en que por primera vez vi su ser, tan hermoso y deslumbrante...
Aquel que con una hermosa sonrisa, me invitó a cenar una hermosa amistad, y a pagar con sonrisas y cariños... Me hizo olvidar por un momento, que estuve varado, en aquel andén... En aquel olvido que me atormentaba...
Doy gracias por haber compartido aquel momento de hermosas sensaciones, y alegrías entre canciones... Melodías deslumbrantes, que adormecían mis sentidos y mi voz...

Gino André Saavedra Rojo.